Me moló un montón, pero no por ser una hoja oculta sino porque el mecanismo me parece muy muy ingenioso. Un par de días después me animé a hacerla. Me he tirado varios días (alrededor e 20 horas) estudiándolo, investigando como podría hacerlo y construyéndola. He tomado mil medidas, he lijado varias horas, he invertido mucho y valioso tiempo y por suerte no demasiado dinero.
Prácticamente al final, cuando estaba casi acabada me he dado cuenta de que no funciona correctamente, que no hay forma de que lo haga y así ha quedado el proyecto, en nada.
He querido enseñaros este fracaso para que entendáis que las manualidades no siempre salen bien. He ayudado a algunos amigos con proyectos de este tipo y cuando algunas veces se llega a un callejón sin salida se desesperan y se enfadan muchísimo consigo mismos, conmigo o con quien les haya dado la idea de intentarlo.
Quiero que entendáis que esto pasa, y pasa muy a menudo. Este verano dediqué muchísimo tiempo a un cosplay que tuve que tirar, pero no me gusta enfadarme. Si algo no te sale bien no pasa nada, piensa lo que has aprendido en el camino (normalmente se aprende a usar unos materiales para cosas que no te imaginas o descubres nuevas formas de pintar o perfeccionas tu uso de la sierra o mil cosas más).
Disfrutad del camino y del proceso, disfrutad del esfuerzo y del intento de conseguir algo que poca gente se atreve a hacer y sobre todo no os deis por vencidos si un proyecto no os sale como esperáis, no dejéis de buscar nuevos retos.
Animo a todo el que me pueda estar leyendo para atreverse con este tipo de cosas.